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La privacidad y la protección ética de los datos personales es un tema que nos concierne a todos. Como individuos, nuestros datos privados se recopilan y utilizan cada día por diversas organizaciones. Como empresas, manejan información confidencial de clientes, empleados y otros actores. ¿Pero realmente entendemos la importancia de manejar esos datos de forma ética? En este artículo exploraremos por qué la ética debe estar en el centro de las prácticas de privacidad, los derechos y deberes de individuos y empresas, y las mejores prácticas para garantizar un uso responsable de la información personal.
Más allá de simplemente cumplir con regulaciones, las organizaciones tienen una responsabilidad ética con las personas cuya información recopilan y utilizan. La ética implica ir más allá del mínimo legal y hacer lo correcto. En privacidad esto se traduce en transparencia, control individual y minimización/protección de datos. La confianza se gana haciendo lo correcto.
Las personas tienen derecho a saber qué datos se recopilan, para qué fines y cómo se protegen. Ocultar prácticas de recolección de datos viola la confianza. Lo ético es informar claramente, sin letra pequeña.
Dar control sobre los datos también es ético. Las personas deben poder optar por limitar el uso de su información, incluso si eso significa que la empresa no puede ofrecer ciertos servicios personalizados. Su privacidad está primero.
Minimizar y proteger los datos es otro principio ético clave. Sólo recopilar lo estrictamente necesario, anonimizar cuando sea posible y cifrar los datos son buenas prácticas, aunque conlleven inversiones. Aquí la ética supera la conveniencia.
En definitiva, anteponer los intereses de los individuos por sobre la eficiencia o las ganancias refleja integridad. La ética en privacidad genera confianza y reputación.
Principales aspectos de la Ley de Protección de Datos Personales en Posesión de Particulares.
Como individuos, nuestros datos personales nos pertenecen y tenemos derechos sobre su uso:
Pero también tenemos responsabilidades en la protección de nuestra propia privacidad:
La privacidad es una responsabilidad compartida entre organizaciones y personas. Como individuos debemos valorar nuestra información, aprender a protegerla y exigir un uso ético por parte de las empresas.
Para las empresas, los datos de clientes, socios y empleados son un activo de confianza, y deben tratarse con ética:
El cumplimiento de regulaciones es el mínimo. La ética va más allá: implica hacer lo correcto incluso cuando nadie esté observando. Las empresas deben ganarse y conservar la confianza de clientes siendo guardianes responsables de sus datos. Las empresas deben cumplir cabalmente con los principios y obligaciones que marca la ley para garantizar la privacidad de las personas. Esto les permitirá evitar sanciones y multas que pueden ir de los $170,000 hasta los $320,000 pesos.
Es importante que para quienes desarrollan las aplicaciones, programadores, ingenieros, empresas, ya sea dentro de las empresas o contratadas, tomar en cuenta que desde la planeación de las soluciones tecnológicas, éstas cuenten desde esas fases a la ciberseguridad como punto de partida. Incorporar la ciberseguridad desde el diseño y planeación de cualquier solución tecnológica, conocido como "seguridad por diseño", es indispensable para obtener sistemas más seguros. Algunas razones y mejores prácticas para adoptar la seguridad por diseño:
El incorporar la seguridad por diseño en el desarrollo de soluciones tecnológicas puede considerarse una práctica que fomenta la ética y la responsabilidad en el manejo de datos e información sensible. Algunas razones que sustentan esta afirmación:
La ética debe estar en el centro de cómo individuos y organizaciones nos relacionamos con los datos personales. Las buenas prácticas de privacidad que hemos explorado generan relaciones de confianza, credibilidad corporativa y permiten innovaciones responsables.
Poner al individuo en el centro, dándole control y transparencia sobre el uso de su información debe ser el faro que guíe el desarrollo de nuevos servicios. La tecnología no es éticamente neutra, depende del uso que hagamos de ella. Todos tenemos el deber de garantizar que la innovación respete los derechos humanos y la dignidad de las personas. Si internalizamos ese deber, el futuro puede ser ético y promisorio.
¿Cómo sé si una empresa está cumpliendo con la ética en privacidad?
Señales de cumplimiento ético son transparencia total sobre sus prácticas de recolección y uso de datos, controles de privacidad accesibles, minimización de datos recolectados, medidas de seguridad, capacitación de personal, auditorías externas y la designación de un Oficial de Privacidad.
¿Puedo saber qué datos personales tiene de mí una empresa?
Sí. Tienes derecho de acceso para solicitar y obtener gratuitamente los datos personales que una empresa posee sobre ti. Deben entregarte esta información en formato comprensible en un plazo máximo de 20 días.
¿Las empresas pueden compartir mis datos sin mi consentimiento?
No. Para compartir o transferir datos personales a terceros necesitan obligatoriamente obtener tu consentimiento informado previo. Solo pueden hacerlo sin consentimiento en casos excepcionales previstos en la ley.
¿Cómo puedo limitar la recolección de mis datos personales?
Configurando opciones de privacidad en servicios digitales, revisando y desactivando permisos de apps, utilizando herramientas como bloqueadores de rastreo y solicitando su eliminación o anonimización. También negando o retirando proactivamente tu consentimiento.
¿Qué debo hacer si sufro un uso indebido de mis datos personales?
Debes comunicarte directamente con la empresa para solicitar cese del uso indebido y eliminación de los datos. También puedes presentar una denuncia ante la autoridad de protección de datos o ejercer acciones legales para exigir medidas correctivas.